El sábado se inició en Basel, Suiza una nueva edición de la EURO, la cual es luego del mundial la competición de selecciones más importante.
En el partido inaugural, el local Suiza enfrentaba a la díficil selección de la República Checa, semifinalista en 2004.
El encuentro se planteó trabado, con un República Checa que mostraba mucho menos de lo esperado y que además no contaba en su plantel con los retirados Nedved y Poborsky, ni tampoco con el lesionado Rosiky. Así, los checos sólo mostraban la intención de lanzar centros a la cabeza de Koller, cosa que no les funcionaba.
Suiza en el primer tiempo jugaba algo mejor, pero el partido era parejo y lamentablemente para los locales en esa primera etapa se produjo la lesión de ligamento de su histórico goleador Alexander Frei.
En el segundo tiempo, el partido se mantenía parecido al primero, siendo Suiza el que generaba más chances, aunque encontrándose con la solidez del portero checo del Chelsea Petr Cech.
Con los checos generando poco y con Suiza luchando y generando algo más, un toque largo de un jugador checo le quedo servido a Václav Svěrkoš, quien quedó solo frente al arquero suizo y no falló, convirtiendo así el 1 a 0 que sería definitivo. Luego del tanto Suiza se mandó con todo al ataque y Barnetta tuvo una clara que fue atajada por Cech y en el rebote Vonlanthen estrelló el balón en el travesaño.
Pasaron esos últimos minutos y suiza (a la cual además no le cobraron un penal que para mi gusto existió) cerró su debut cpn una derrota muy desafortunada, mientras que República Checa empezó con triunfo, pero deberá afianzarse mucho en su juego para seguir en ese camino de victorias.
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