El día domingo se daba el debut en Viena de el otro local, Austria, que al igual que Suiza tenía enfrente a un complicado rival, en este caso a Croacia.
De arranque fue el conjunto croata quien manejó la pelota y a los 4 minutos de juego tuvo un penal a favor en mi opinión bien cobrado que Modric convirtió con seguridad poniendo el tempranero 1 a 0 para Croacia.
En los minutos que siguieron los croatas continuaron presionando pero sin generar claridad. Llegando a la mitad de esa primera parte Austria empezó a intentar complicar a través de disparos de media distancia pero no con muchas ideas de juego.
En el segundo tiempo Austria continuó como había finalizado el primero, tratando de complicar con mucha presión y con remates de afuera, pero no consiguió empatar y Croacia que en esa segunda mitad no hizo nada en ataque, gracias al aguante en defensa y a un Pletikosa atento se llevó el partido por 1 a 0, pero sin sobrarle nada.
Luego, en segundo turno se jugaba el clásico entre alemanes y polacos dominado históricamente por los primeros mencionados.
Después de ser un poco más, Alemania llegó al gol a los 20 del primer tiempo gracias al polaco nacionalizado alemán Podolski, quien pidió perdón a la gente polaca presente en el estadio.
Polonia llegaba pero no lograba lastimar, mientras que Alemania no ofrecía demasiado pero le bastaba para superar en juego a su rival.
Así en la segunda parte Alemania liquidó las cosas nuevamente gracias a Podolski que marcó el 2 a 0. De este modo los teutones consiguieron debutar con un tranquilo triunfo y con aspectos de su juego muy positivos.
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