En el marco de lo que fue una emocionante final, la selección de Francia venció en tiempo extra a su par de Dinamarca por 37 a 35 y de este modo se consagró campeón del mundo de handball por cuarta vez en su historia, igualando así el número de campeonatos de Suecia y Rumania.
En la primera mitad Francia tuvo el juego que lo llevó hacia la final: una defensa muy firme acompañada de un práctico ataque. De este modo el equipo galo siempre mandó claramente en el marcador gracias a los aportes de Fernandez y Karabatic por lo que se fue al descanso ganando 15 a 12.
Durante buena parte del segundo tiempo Francia consiguió mantener su ventaja de tres goles obtenida en la primera mitad, pero sobre los últimos 15 minutos del tiempo regular el equipo danés mostró una reacción y comenzó a presionar a los franceses.
Con muy buenas actuaciones de Hansen y Christiansen, Dinarmarca logró igualar el partido, pero fue Spellerberg quien en la última jugada del tiempo regular marcó el tanto que puso las cosas 31 iguales, por lo que la final fue al tiempo extra.
Fue en ese tiempo extra cuando tras un tanto de Knudsen (lo que refleja el fuerte recambio que tiene este equipo) Dinamarca consiguió ponerse al frente en el marcador (32-31). Sin embargo con goles de Karabatic y Guigou Francia logró dar vuelta la pizarra para luego llevar el encuentro nuevamente a su favor.
Con el muy buen aporte de Fernandez en el ataque y la respuesta en el arco de Omeyer, Francia llegó al último minuto del partido dos goles arriba en el marcador, y tras un tanto de Dinamarca, fue el francés Guigou quien en los últimos instantes del juego anotó el gol que sentenció el 37 a 35 final.
De esta manera el conjunto de Claude Onesta obtuvo su cuarta copa del mundo demostrando que es el mejor equipo de la década y el máximo candidato a llevarse el oro en Londres 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario